Geología

Geología

barranc del Cint (Alcoi)
 
 
Las grandes elevaciones, la agresividad del paisaje, la complejidad estructural y la importancia de los procesos cársticos, son características de especial relevancia en Mariola. La sierra se engloba en el Prebético, caracterizado por un continuo de plegamientos con una orientación mayoritaria de suroeste a nordeste, correspondiendo generalmente a sierras permeables (de naturaleza caliza) y valles impermeables (tapizados de margas miocénicas, conocidas localmente como tap).
 
La unidad geológica de Mariola corresponde a un anticlinal en forma de champiñón, limitada por el norte por el sinclinal de Bocairent y la Valleta d'Agres, por el este por la falla de orientación N-S de más de dos mil metros de salto entre Muro y Cocentaina y la hoya del Riu d'Alcoi cubierta por materiales cuaternarios, por el sur conecta con el sinclinal del valle del río Polop. Es en la parte sudoccidental donde los límites convencionales de la sierra no quedan apenas definidos, habiendo una continuidad hacia la vecina sierra de la Fontanella.
 
En el centro de la sierra, la bóveda anticlinal está hundida, dejando en su seno llanuras y valles rodeadas de elevaciones (la Font Freda, Sant Jaume,...) que van vertiendo las aguas a lo que hacia poniente será la cabecera del lecho del Vinalopó; es en la parte nororiental donde se encuentran los relieves más vertiginosos y las alturas más simbólicas, entre los 1000 y los 1300 metros. La mayor parte de la sierra está formada por roca caliza depositada durante el Cretácico, cuando la zona coincidía con el borde de una cuenca sedimentaria marina, así se encuentran importantes yacimientos paleontológicos como el de la Querola.
 
Es posteriormente, durante el Mioceno Superior, cuando emergen definitivamente estos materiales, provocado por el empuje vertical de los materiales basales más antiguos y más plásticos. Estos materiales corresponden a arcillas y yesos del Triásico, el conocido Keuper, que aflora donde la acción orogénica perforó la capa calcárea o donde los posteriores procesos cársticos lo han dejado al descubierto (el Teular del Llonganissero o Sant Cristòfol de Cocentaina).
 
Pero son precisamente estos últimos procesos, relacionados con la disolución de la roca caliza por el agua, los que han determinado, con más ponderación, la morfología actual de la sierra, encontrando por toda la sierra buenos ejemplos de formaciones cársticas tanto externas como internas, algunas de ellas muy emblemáticas como el Barranc del Cint, la Cova de la Sarsa, y un largo etcétera.