Hábitats

Hábitats


 
 
 

 


 

 

El Parque Natural de la Sierra de Espadán, ofrece al visitante una gran diversidad en cuanto a los hábitats presentes en su territorio, muchos de ellos incluidos en el Anexo I de la Directiva Hábitat. Esta Directiva crea una red ecológica coherente de Zonas Especiales de Conservación con el nombre de Red Natura.

Los alcornocales constituyen los bosques más originales del Parque Natural. Representan un tipo de vegetación especial y escasa en la Comunidad Valenciana y poseen un cortejo florístico formado por plantas características y diferenciales respecto a otros hábitats, constituyendo la vegetación potencial de la zona silícea.

Por su parte, los encinares o carrascales constituyen la vegetación potencial de las zonas no silíceas, desarrollándose principalmente sobre sustratos de naturaleza caliza. Los encinares o carrascales están presentes en laderas abruptas, zonas de suelos más livianos y menos umbrosas donde no puede desarrollarse el alcornocal.

Los pinares son la vegetación dominante en gran parte de la sierra. Existen dos tipos principales de pinares, los dominados por el pino carrasco, especie indiferente al tipo de sustrato sobre el que prospera, y los pinares de pino rodeno o resinero, que tienen afinidad por suelos silíceos o pobres en bases. Ambos tipos muestran un comportamiento heliófilo, muy diferente de las condiciones de sombra y humedad que proporcionan los alcornocales y carrascales bien estructurados. El pino rodeno y el pino carrasco pueden formar bosques mixtos con alcornoques y carrascas respectivamente.

Coscojares y brezales de Erica arborea son también hábitats de gran abundancia y prioridad en el parque, conformando comunidades arbustivas preforestales. En la Sierra de Espadán los coscojares actúan como etapa de sustitución de los carrascales en las zonas calizas, tal y como podemos encontrar en los alrededores del cerro de la Mola, de la Costalata, Ajedrea, etc. Los brezales en cambio acompañan normalmente a los alcornocales, junto a otras especies como el mollerol (Cytisus villosus).

Aunque sin duda alcornocales y matorrales constituyen las formaciones más representativas e interesantes de la Sierra de Espadán, los pastizales anuales que se sitúan en los claros de estas comunidades, por su naturaleza silicícola, representan también una originalidad frente al resto de pastizales del territorio valenciano.

Cerca de riberas y cauces se desarrollan bosquetes caducifolios de sauces, olmos y chopos. Así mismo en zonas de ramblas y barrancos encontramos adelfares y arbustedas riparias, mientras que en barrancos, ríos, fuentes y zonas que mantienen cierta humedad proliferan los juncales.

En barrancos, muros, oquedades de paredones y zonas de umbría de toda la sierra se dan las condiciones necesarias de humedad y de suelo para el desarrollo de comunidades de pteridofitos y otras especies propias de este tipo de hábitats.

Por último no hemos de olvidar las zonas de cultivo, principalmente los bancales de secano típicos de la sierra con  almendros, olivos, algarrobos y cerezos, que conforman un hábitat óptimo para muchas especies de fauna y flora.