Fauna

Fauna

 


 

El Parque Natural de la Sierra de Espadán alberga una gran variedad de vida silvestre. El entorno montañoso de este enclave natural junto con los municipios que lo habitan, proporcionan un amplio abanico de hábitats que favorecen la diversidad de fauna.

Entre los invertebrados presentes en este entorno destacan por ser endémicos de zonas muy localizadas dentro del parque natural el caragolet d’Espadà (Xerocrassa edmundi) y los gasterópodos acuáticos Sardopaladilhia buccina, Sardopaladilhia distorta, Sardopaladilhia subdistorta y Bythiospeum gloriae. Por otro lado, la abundancia de cuevas en esta sierra ha favorecido la especiación de endemismos cavernícolas como el isópodo Macedonethes castellonensis, el coleóptero Anillochlamys aurouxi y el dipluro Paratachycampa hispanica. También es importante destacar la presencia de el cangrejo de rio europeo (Austropotamobius pallipes), ya que es una especie catalogada como en peligro de extinción por las importantes regresiones en sus poblaciones.

En cuanto a los vertebrados en los pequeños ríos y riachuelos de la sierra, y principalmente en el embalse de Benitandús, encontramos especies piscícolas autóctonas propias de los cursos fluviales medios y bajos, en concreto barbo mediterráneo (Luciobarbus guiraonis) y la bermejuela (Achondrostoma arcasii).

La avifauna se encuentra representada con más de 110 especies diferentes que nidifican en la sierra, además de aquellas que encuentran en ella un lugar de descanso y alimentación durante sus largas migraciones. En alcornocales y pinares habitan especies como el águila calzada (Hieraaetus pennatus), el búho chico (Asio otus) o el trepador azul (Sitta europaea), mientras que en los roquedos encontramos el vencejo real (Tachymarptis melba), el búho real (Bubo bubo), el halcón peregrino (Falco peregrinus) y el águila perdicera (Aquila fasciata) que se encuentra catalogada como “Vulnerable” en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Otras aves, como la oropéndola europea (Oriolus oriolus), el ruiseñor bastardo (Cettia cetti) o el herrerillo (Cyanistes caeruleus), obtienen alimento y cobijo entre la vegetación que crece en las zonas de ribera. En el suelo, entre matorrales o en los huecos entre las piedras nidifican la alondra (Alauda arvensis), la cogujada (Galerida cristata), la collalba rubia (Oenanthe hispanica), la perdiz (Alectoris rufa) o la curruca cabecinegra (Curruca melanocephala), mientras que los campos cultivados son el hábitat preferido de especies como la tórtola turca (Streptopelia decaocto), el jilguero (Carduelis carduelis) o el verdecillo (Serinus serinus).

Dentro de la mastofauna que habita estas montañas encontramos especies como la cabra montés (Capra pyrenaica), el corzo (Capreolus capreolus), el zorro rojo (Vulpes vulpes), el jabalí (Sus scrofa), la jineta (Genetta genetta), la garduña (Martes foina) y el tejón (Meles meles). Roedores como el ratón de campo (Apodemus sylvaticus), el lirón careto (Eliomys quercinus) o la rata de agua (Arvicola sapidus), insectívoros como la musaraña (Crocidura russula) y el erizo común (Erinaceus europaeus) y lagomorfos como el conejo (Oryctolagus cuniculus) o la liebre ibérica (Lepus granatensis) están presentes ocupando diferentes nichos dentro de los hábitats del parque natural. Dentro de los mamíferos y de la comunidad faunística rupícola y cavernícola, cabe destacar las poblaciones de quirópteros, habitantes de cuevas y cavidades. En el territorio del Parque Natural de Espadán existen 15 especies de murciélagos, todas ellas especies protegidas e incluidas en el LESRPE, 6 de ellas catalogadas como “Vulnerable” en el Catálogo Español de Especies Amenazadas (CEEA) y sujetas por ello al desarrollo de programas de conservación. Podemos destacar la presencia del murciélago de Geoffroy (Myotis emarginatus), el murciélago mediterráneo de herradura (Rhinolophus euryale), el murciélago ratonero grande (Myotis myotis) o el de cueva (Miniopterus schreibersi)

Los reptiles más fáciles de avistar en el parque natural sean probablemente las salamanquesas ya que se pueden ver cazando mosquitos por las paredes de los municipios de la sierra en las noches de verano. La más abundante es la salamanquesa común (Tarentola mauritanica), pero también podemos encontrar la salamanquesa rosada (Hemidactylus turcicus). Además, podemos encontrar los lagartos de mayor tamaño de la península ibérica: el lagarto bético (Timon nevadensis) y el lagarto ocelado (Timon lepidus), junto con otros lagartos de menor tamaño como la lagartija colilarga (Psammodromus algirus), la lagartija parda (Podarcis liolepis) y el eslizón ibérico (Chalcides bedriagai). Entre las serpientes destacan la culebra de agua (Natrix maura), la culebra de collar (Natrix astreptophora), la culebra de escalera (Zamenis scalaris), la culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis), la culebra lisa meridional (Coronella girondica) y la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus).

Los anfibios generalmente aparecen asociados a puntos de agua. El anfibio más abundante es la rana común (Pelophylax perezi) que podemos encontrar muchos de estos puntos de agua. Aunque menos abundantes, estos puntos también son el hábitat idóneo para el sapo partero (Alytes obstetricans), el sapillo moteado (Pelodytes puntatus), el sapo corredor (Epidalea calamita) y el sapo común (Bufo spinosus). Mención especial merece el gallipato (Pleurodeles waltl), especie incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y catalogada como “Vulnerable” en el Catálogo Valenciano de Especies de Fauna Amenazadas, que encuentra refugio en balsas de riego y pequeñas áreas húmedas.