Ruta amarilla: Portaceli - Descripción

Ruta amarilla: Portaceli - Descripción

 

 

 

 

 

Ruta amarilla: Portaceli

Dificultad: sencilla
Distancia: 5 kilometros.
Tiempo estimado: 1,5 h.
No apta para realizar en bicicleta.
 
Cómo acceder al punto de inicio de ruta.
 
Desde Náquera en dirección a la población de Serra, encontramos un desvío a la izquierda que nos lleva a Portaceli y al área recreativa del Pla de Lucas. El inicio de la ruta está en el mismo cruce de las carreteras que van a la derecha a la Cartuja y a la izquierda a la carretera de Bétera - Olocau.
 
Desde Bétera, saliendo de la población en dirección a Náquera - Serra, tomar el desvío que se dirige a Olocau y en la segunda rotonda coger el desvío a la derecha en dirección Base Militar - Portaceli. Llegamos al área recreativa del Pla de Lucas, allí en el cruce con la carretera de Náquera se encuetra la señal de inicio de ruta.
 
Nos encontramos en la puerta de entrada de la Sierra Calderona por los montes de Portaceli. Un zona con un entorno natural de gran valor ecológico y un lugar destinado al esparcimiento y al ocio que todos debemos respetar y cuidar.
 
Parada 1: Pla de Lucas

La vegetación dominante la componen pinos salpicados de manchas de monte bajo mediterráneo. Si nos paramos a observar veremos que algunos ejemplares tienen pueden llegar a tener más de un siglo de vida.
Es de señalar la zona que en el área recreativa hay una ausencia de vegetación arbustiva debido a la compactación del suelo, por el continuo paso de vehículos y visitantes.

Los pinos son Pinus halepensis (conocido también como pino carrasco o pino blanco). El estrato más bajo de vegetación está compuesto por especies de plantas como el tomillo, el romero, la albaida, la ruda, ... Aparecen también algunos ejemplares de mirtos, lentiscos, coscojas y de enebros de mayor porte que las anteriores.
No está mal recordar que estos lugares destinados al ocio de los ciudadanos y ciudadanas son disfrutados por todos de modo que tenemos que saber cuidarlos y ayudar a su conservación.


Parada 2: Mirador de la Pedrera o de Broseta
 
Desde el mirador nuestra vista se pasea por todo el valle de Lullen con una majestuosa vista de la Cartuja de Porta Coeli (Puerta del Cielo) situada al pie del macizo de Rebalsadores.

La Cartuja se fundó en 1272, por el Obispo de Albalat, confesor de Jaime I, bajo las normas de la Orden de San Bruno. En el siglo XV, durante una de las épocas de esplendor económico de la Cartuja, se construye el acueducto con once arcos apuntados. Fue en esta época cuando Bonifacio Ferrer, hermano de San Vicente Ferrer, fue nombrado prior de Portaceli (1400) y durante su estancia en la cartuja tradujo la Biblia al valenciano.

En 1835, durante la Desamortización de Mendizabal, la cartuja fue exclaustrada y vendida. Pasó a manos privadas y tuvo distintos usos: hospedería, hospital, cárcel... En 1931, la cartuja pasó a manos de la Diputación que la cede a los cartujos de nuevo en 1942.

Si desde nuestra posición frente a la cartuja miramos hacia la derecha, observamos una cantera de piedra calcárea del jurásico medio y explotada desde 1400 aproximadamente. Esta cantera también fue propiedad de los cartujos y el material que de allí se extrajo se empleó para la construcción de la Iglesia de la Cartuja.

A pesar de tener especies muy adaptadas al fuego, una de las peores agresiones que puede sufrir el monte mediterráneo, es la de los incendios forestales. Frente a nosotros vemos las consecuencias de un terrible incendio ocurrido en los últimos días de agosto de 1992 y su efecto más devastador está en la desprotección del suelo y por tanto en la progresión de los fenómenos erosivos. Esta es la razón por la que entre todos, debemos luchar por prevenir los incendios forestales.


Parada 3: Usos agrícolas

Ahora nos adentramos en una zona que a buen seguro fue aprovechada durante mucho tiempo por los moradores de los alrededores. Las tierras que rodean a la cartuja de Portaceli han sido aprovechadas para el cultivo de manera intensa a lo largo de los siglos.

Nuestros antepasados usaron con esmero sostenible todo lo que ofrecía la naturaleza, modelando el paisaje que ahora vemos y aprovechando el espacio forestal y agrícola cómo fuentes de recursos fundamentales. Desde el esparto hasta los cereales eran vitales para la economía local.

Las principales tierras aptas para el cultivo ya fueron muy trabajadas por los musulmanes que habitaron en el valle de Lullén. Podemos imaginar cómo este territorio estaba dominado por cultivos de secano, tanto de árboles como de cereales: el paisaje estaba formado por un mosaico típicamente agrícola: olivos, viñas, trigo, higueras, algarrobos y almendros.

Los montes y pinares propiedad de La Cartuja, a lo largo de la historia, han sido arrendados para la explotación de los distintos recursos forestales tales como: esparto (Stipa tenacissima) y palmito (Chamaerops humilis), podas y talas de pinos para madera y carbón, explotación de leñas bajas que se usaban para hornos de alfarería y tejares de la huerta, hierbas aromáticas y medicinales, así como las propias yeseras de la Cartuja.

El vino de Portacoeli que se producía en la Masía de la Torre era muy apreciado. A modo de ejemplo, el botánico valenciano Cavanilles ya hizo referencia en el siglo XVIII , en su estancia por la Cartuja, a los vinos y licores del lugar.

Las producciones de seda o de miel, entre otras, fueron también aprovechamientos que tuvieron su importancia, de hecho en el S. XVII se estima que ya existían 1000 colmenas de cera y miel en esta zona.

Parada 4: Incendios forestales

Los incendios forestales representan uno de los mayores problemas ambientales de los ecosistemas mediterráneos y los efectos del cambio climático previstos para las próximas décadas agravarán más esta situación.

El Parque Natural de la Serra Calderona ha sido el escenario de repetidos incendios forestales en las últimas décadas afectando a extensas y valiosas áreas naturales y poniendo en peligro la supervivencia de gran parte de nuestro patrimonio natural y cultural.

Estamos frente a una zona que se quemó a mediados de los años 80. La vegetación presente ha tenido que adaptarse a las extremas condiciones impuestas por la destrucción de un hábitat. Especies autóctonas cómo las jaras y la aliagas son capaces de rebrotar a través de sus semillas, al igual que el pino carrasco. En cambio el enebro, lentisco o madroño y la carrasca, entre otras especies, rebrotan de cepa. Estos mecanismos de adaptación son esenciales en nuestros bosques, sin ellos no sería posible tener una cobertura vegetal y los procesos de erosión serían muy graves.

El uso del fuego en terrenos forestales está limitado a determinados usos agrícolas y recreativos respetando la legislación vigente. Tenemos que extremar las precauciones evitando situaciones de peligro.
 
Para volver al lugar de inicio del itinerario continuaremos por el camino siguiendo las señales teniendo en cuenta que hay un lugar en el que hemos de cruzar el barranco de Portaceli que tenemos a nuestra izquierda y continuar por el camino siempre siguiendo las indicaciones.