Orden Opiliones

Orden Opiliones

Los Opiliones, conocidos vulgarmente como murgaños o segadores, constituyen un grupo de Artrópodos pertenecientes a la clase Arachnida, caracterizados por presentar el cuerpo dividido en dos regiones o tagmas, un prosoma y un opistosoma ovoide con segmentación externa, unidos en toda su anchura (sin pedicelo, a diferencia de las Arañas). Otros caracteres propios de los opiliones son los quelíceros trisegmentados, acabados en pinza o quela y sin glándula venenosa (son capaces de ingerir partículas sólidas), el carecer de glándulas de la seda (no tejen telarañas) y el que los machos estén dotados de un órgano copulador.

El término Opiliones viene del latín "opilio", que significa "pastor de ovejas", lo que hace referencia a su hábito de agruparse todos juntos, y a la semejanza con los antiguos pastores que llevaban zancos para vigilar a las ovejas.

El fósil más antiguo que se conserva data de principios del Devónico hace mas de 400 millones de años. Este fósil, se encontró en una formación conocida como el Rhynie Chert escocés, y aunque se cuentan entre los más antiguos artrópodos, ya se parecen mucho más a los Opiliones actuales, que cualquier otra subclase de Arácnidos.

Con unas 6.500 especies descritas es el tercer orden, en cuanto a número de especies, dentro de la clase Arachnida, después de la subclase Acari y el orden Araneae. Como era de esperar, las regiones tropicales concentran la mayor parte de la opiliofauna, mientras que la región Paleártica (con 819 especies) alberga el 13% de las especies, faltando en las regiones polares.

Podemos encontrarlos en una gran variedad de hábitats en todos los ecosistemas terrestres, incluyendo la tierra, musgo, hojarasca, bajo piedras, rocas, detritos, en superficies verticales desde troncos de árboles hasta muros de piedras, entre arbustos y corriendo sobre vegetación elevada.

Como todas las especies de Arácnidos, presentan el cuerpo dividido en dos regiones o tagmas, prosoma y opistosoma, pero unidas en toda su anchura (formando un todo globoso en el que apenas se distinguen):

  • Prosoma (cefalotórax). Está recubierto dorsalmente por un esclerito único, el escudo prosómico, que presenta una prominencia ocular u oculario en posición central con un par de ojos simples, situados a ambos lados del mismo, y en los márgenes, las aberturas de las glándulas repugnatorias con las que se defienden de los depredadores. El prosoma presenta seis pares de apéndices, un par de quelíceros, un par de pedipalpos y cuatro pares de patas locomotoras largas y muy flexibles. Cada quelícero está formado por tres artejos: basal, medio y distal, estos dos últimos forman una quela o pinza, en la que termina el quelícero. Carecen de glándulas venenosas. Los pedipalpos están situados entre los quelíceros y el primer par de patas, y también parecen pequeñas patas. El aparato alimentador o estomoteca, difiere de el de otros arácnidos en que es capaz de absorber partículas sólidas y no sólo líquidos, está formado por extensiones de los pedipalpos y del primer par de patas.
  • Opistosoma. Tiene forma ovoide y presenta segmentación externa. Está formado por diez metámeros (ninguno con apéndices), cada uno con un terguito y un esternito, cuyos tergos, en ocasiones, aparecen soldados en un escudo dorsal, pudiendo llegar a desaparecer. El escudo dorsal puede estar unido al escudo prosómico o permanecer independiente. En la parte ventral del opistosoma aparece el opérculo genital, un par de estigmas traqueales y la corona anal, visible en la parte posterior.

Los Opiliones se reproducen sexualmente aunque en algunas especies presentan partenogénesis facultativa. El cortejo antes de la cópula suele ser rápido y táctil. Los Opiliones parecen ser uno de los primeros grupos de Artrópodos en desarrollar un órgano copulador, otra característica única del orden entre los arácnidos. La hembra posee un ovipositor, también protráctil, y terminado en una furca bilateral. La cópula es frontal (el macho hace pasar el pene por entre los quelíceros de la hembra), con intromisión del estilo en el conducto del ovipositor. La fecundación es interna, lo que es raro entre los Arácnidos, y la transferencia de los espermatozoides puede ocurrir indirectamente a través de espermatóforos.

Las hembras pueden hacer la puesta inmediatamente o meses después de la cópula, y los huevos pueden tardar en eclosionar desde 20 días a 5 meses. Los Opiliones se aseguran la supervivencia de los descendientes de distintas maneras, algunos entierran y ocultan los huevos, otros preparan nidos, eligen lugares apropiados para ovipositar, o incluso cuidan de los huevos o de las ninfas recién eclosionadas.

Cuando eclosionan del huevo a la primera etapa del desarrollo postembrionario se la conoce como larva, y a los siguientes como ninfas. Los Opiliones pueden tener entre cuatro y ocho estados ninfales para alcanzar la madurez, siendo lo más común seis. Una vez llegan al estado adulto no vuelven a mudar.

Se consideran organismos generalistas omnívoros. Sus hábitos alimentarios varían desde el frugivorismo hasta el saprofitismo, y desde el consumo de carroña de invertebrados y vertebrados, a la depredación. Los Opiliones no poseen ningún tipo de gandulas venenosas por lo que a la hora de cazar, la única estrategia que tienen es agarrar la presa con sus quelíceros para comérsela aun viva. Para llevar a cabo sus capturas, muchas especies parecen contar con una estrategia de emboscada, muy raras veces se da la caza activa.

Además de los parásitos y patógenos que pueden ingerir, debido a su forma de alimentarse, los principales depredadores de los Opiliones son las aves, anfibios, mamíferos insectívoros, Insectos carnívoros y Arañas. Para protegerse los Opiliones han desarrollado una serie de mecanismos de defensa. Los primeros que utilizan son del tipo evasivo, como la pérdida de patas (autotomía), sacudir o hacer vibrar el cuerpo, correr rápido en el caso de especies con patas largas, mantenerse inmóviles poniéndose rígidos (tanatosis), caer del techo de las cuevas y permanecer inmóviles, o el gregarismo. Cuando los mecanismos evasivos no tienen éxito, los Opiliones emplean la defensa química, segregando exudados a través del par de glándulas repugnatorias situadas en la superficie dorsal del cefalotórax.

Los Opiliones poseen hábitos nocturnos, normalmente se guarecen durante el día en sitios oscuros y están activos durante la noche. Se ha observado que algunas especies se congregan en microhábitats llegando a formar grupos de cientos de individuos de ambos sexos. Estas agregaciones se pueden formar durante el día, refugiándose durante las horas de calor, o durante los meses más desfavorables. Aunque normalmente se mueven con parsimonia, también pueden maniobrar con agilidad cuando las circunstancias lo requieren.

El número de Opiliones ibéricos puede estimarse en unas 150 especies. Debido a la elevada tasa de endemicidad de la Península (más del 60%), existe un aparente alto riesgo en materia de la conservación de muchas de ellas. Una parte importante de la fauna endémica son las 19 especies cavernícolas, que constituyen el 22% de los endemismos.

El orden Opiliones está representado, en la Comunitat Valenciana, por las siguientes familias:

  • Familia Dicranolasmatidae
  • Familia Nemastomatidae
  • Familia Phalangiidae
  • Familia Phalangodidae
  • Familia Sclerosomatidae