Las Áreas Protegidas son sistemas vivos y prósperos donde todo está conectado. Desde las plantas y los animales que las habitan hasta las personas que viven en ellos, los cuidan y los dan forma, todos tienen un papel en esta "sociedad de la vida" compartida.
Pero la salud de estas áreas no se limita en las fronteras de las Áreas Protegidas. El que sucede más allá de sus límites influye profundamente en los ecosistemas que las albergan. Entonces, como podemos colaborar para conseguir los mejores resultados tanto para la naturaleza como para las personas, garantizando la resiliencia de estos lugares especiales en un mundo cambiante?